

Una de cada cuatro mujeres que ha estado embarazada, ha perdido a un bebé durante el embarazo, parto o durante los primero años de vida. Yo no soy una de ellas. Pero he estado en duelo con muchas de ellas, y he sostenido en mis brazos a bebés que dentro de poco habrían de dejarnos. Ha sido un consuelo el saber que estos bebés están con el Señor.
A medida que voy conociendo a más mujeres con esta experiencia, me ha parecido importante investigar un poco más de porqué creemos esto.
¿Alguien recuerda a mi bebé?
Dios conoce todo sobre ti desde antes de la concepción y nada se escapa de su entendimiento. Dios comprende tus pensamientos desde lejos, tu trabajo y tu descanso son bien conocidos por Él. Dios conoce las palabras que vamos a hablar antes de que salgan de nuestra boca.
En el salmo 22 David le dice a Dios que es Él quien lo sacó del vientre, quien le dió un lugar seguro en el seno de su madre. “Desde el vientre de mi madre tu eres mi Dios.” Salmos 22:10b
Dios hizo a tu bebé y le dió aliento a su vida aún dentro del vientre. Salmos 139:13-15 dice: “Porque tu formaste mis entrañas; Tu me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré porque formidables y maravillosas son tus obras; no fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en lo oculto fuí formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.”
“Dios tiene un plan y propósito únicos para cada niño concebido. Puede ser que no comprendamos completamente su plan. Puede ser que no seamos capaces de entender los propósitos de Dios. Pero podemos saber con fe que nuestro perfecto Dios no se equivoca. Él no permite una concepción que está por encima de sus propósitos y planes soberanos.” [1]

¿Dónde está mi hijo?
En el libro Seguro en los brazos de Dios: la verdad celestial acerca de la muerte de un niño, el pastor John MacArthur responde a esta pregunta:
‘Cielo instantáneo’ es el destino verdadero de los infantes y niños.
John MacArthur
Descansa en esa verdad.
Todos los humanos nacemos con una moralidad corrompida. Todos pecamos, todos tenemos una naturaleza inclinada hacia lo malo (egoísmo, vanidad, celos, lujuria, etc.). Pero la salvación eterna es ganada solo por gracia, y no por buenas obras. A los niños que mueren a temprana edad (y aquellos que no llegan a nacer) se les dá vida eterna como un regalo.
Somos salvos por gracia a traves de la fe en el sacrificio de Jesucristo en la cruz, que es la máxima manifestación de la gracia. (1 Cor 6:9)
¿Volveré a ver a mi hijo?
La respuesta depende de tu propia creencia y aceptación del Señor Jesucristo como tu Salvador. Y la Biblia tiene buenas noticias para el mas vil pecador. Toda persona, sin importar su transfondo puede venir a los pies de Dios en arrepentiemiento y rendición y obtener el regalo de la vida eterna.
Si quieres leer este libro…
El mismo autor nos advierte que las palabras de este libro no fueron escritas solamente con el objetivo de hacerte sentir bien, sino de mostrarte la verdad sobre este tema.
Temas profundos y difíciles se abordan, tales como: el pecado original, la condenación eterna, la edad de rendición de cuentas o responsabilidad.
“Creo que estarás agradecido de esta dirección al final porque no tendrás que depender de sentimientos o buenos deseos para encontrar paz en tu corazón y mente; serás capaz de depender de la Palabra de Dios. Las emociones vienen y van, pero la verdad de la Palabra de Dios es completamente congruente y confiable.” (p.7)
Así que mamá, no tengas miedo de buscar respuesta a tus preguntas y sentimientos más profundos. A Dios le importamos y su Palabra es capaz de contestar aún las preguntas más difíciles. Su amor y poder son capaces de consolar aún al corazón más quebrantado.
[1] MacArthur, John. Seguro en los brazos de Dios: la verdad celestial acerca de la muerte de un niño. Page 23.